jueves, 13 de marzo de 2008

Psicología

Siempre he pensado que los tratamientos psicológicos ayudan, ayudan a ver en uno lo que uno no quiere ver. Quise hacer alguno por ciertas cosas que me molestaban de mi, pero nunca me animé. Pero la vida me dio un portazo en la cara y conocí un psicólogo que me agradó.

En estos momentos no me estoy viendo con él. La psicóloga que estoy viendo me gusta, es simpática y congeniamos bien, pero reconozco que lo extraño un poco porque siento que él me comprendía un poco más.

Finalmente un psicólogo se convierte en tu amigo. Le cuentas cosas que a veces ni tu te animas a repetir en tu cabeza.

A veces me pregunto si cambiar y volver a verlo. La siquiatra dice que Gonzalo es muy bueno, pero que se espcializa en tratar a recién diagnosticados. Lo se, me ayudo mucho. Pero que yo necesito alguien que se especialice en terapias. Pero la verdad yo hablo de compatibilidades, no de habilidades.

No se, veré que tal resulta.

A veces quiero llamarlo sólo para agradecerle todo lo que ha hecho por mi. Yo se que es su trabajo, pero esta es mi vida y para mi fue una ayuda impagable (la habría pagado más...jaja, que bueno que no va a leer esto...).

Gonzalo es hijo de poeta, de Gonzalo Rojas...

1 comentario:

El Llanero Solitario dijo...

Hooola!
Yo de momento no he visto a ningun psicologo, de momento estoy llevando bien ese tema, no soy de preguntar "porque" pero si que me he aferrado más a una amiga que me ayuda en los momentos duros, quizá sea mi psicologa personal.

p.D: ME alegro un montón que estes bien y que del Avonex ni te enteres. Yo no puedo decir lo mismo pero tiempo al tiempo, que nosotros somos más fuerte que ella.

Ciao.